En medio de versiones de cambios en el gabinete –que por ahora, según dicen en Casa Rosada, parecen estar frenados–, y con el desembarco pendiente de Federico Sturzenegger, al que no se sabe si le asignarán un ministerio o una secretaría, el presidente Javier Milei volvió el domingo del G7. No tuvo agenda ni domingo ni lunes y el viernes se subirá otra vez a un avión para viajar a Europa. En esta ocasión será para recibir premios a título personal en España, Alemania y República Checa y para una reunión con el canciller alemán Olaf Scholz.
Un día antes del viaje a Europa, el 20, Milei visitará la ciudad de Rosario donde encabezará un acto por el día de la bandera. Allí se espera que asista todo el gabinete como una supuesta “señal de unidad”, en medio del ruido y los rumores de eyección de Diana Mondino, de la Cancillería, de Mariano Cúneo Libarona, de Justicia, de Mario Russo, de Salud y de las dudas sobre qué pasará con Sandra Pettovello, de Capital Humano, tras el escándalo de los alimentos.
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