El gobierno nacional logró lo que quería: que los gobernadores, elegidos democráticamente por los habitantes de sus provincias, se muestren obedientes –y hasta por momentos humillados– ante el presidente Javier Milei. Lograron su objetivo con creces porque, más allá de los signos partidarios, Milei los hizo firmar el lunes un pacto de su autoría sin ningún tipo de discusión previa y con puntos que ya están contemplados en la Constitución Nacional. Como si eso fuera poco, los dejó esperando a la intemperie, pasada la madrugada, con menos de dos grados de temperatura, mientras él se sacaba fotos dentro de la Casa histórica de Tucumán y, luego, mientras leía un discurso en el que decía que las provincias tienen que hacer “un esfuerzo fiscal” porque tienen muchos empleados públicos. Los gobernadores que no estuvieron presentes (seis) fueron blanco de agravios por parte del Presidente y este martes salieron a responder. Desde la oposición cuestionan los puntos firmados por Milei, su hermana, y 18 gobernadores y consideran que no se podrá avanzar en una agenda legislativa consensuada en base a esos lineamientos.
La fría noche del 8 de julio, una vez que todos los gobernadores y también el expresidente Mauricio Macri estaban ubicados en sus correspondientes asientos, Javier Milei tardó más de 15 minutos en aparecer en escena. Después de una larga espera en silencio, ingresó su hermana Karina y, más tarde, él hizo su entrada triunfal. Cantó el himno con la banda puesta y el bastón presidencial en la mano, e hizo ingresar a todos los gobernadores a la Casa Histórica. Uno a uno fueron firmando el pacto. Todos sonreían y le daban la mano al jefe de Estado. Milei les palmeaba la espalda. A último momento, desde la Casa Rosada, tuvieron un mínimo gesto de piedad y decidieron no condecorarlos con la “Orden de Mayo”, como querían hacer desde el entorno más íntimo de Milei. Además de los gobernadores, también estuvieron diputados y senadores de LLA, del PRO, y del sector más aliado al gobierno de la UCR que representa Rodrigo de Loredo, también presente.
Sin embargo, no dieron el presente todos los mandatarios provinciales y, durante su discurso, Milei les dejó un mensaje: “hay muchos dirigentes políticos, sociales y sindicales que no están aquí para suscribir esta acta fundamental. Algunos no están por sus anteojeras ideológicas, por miedo o vergüenza de persistir en el error, o por no ceder los privilegios que el viejo orden les daba”, dijo y disparó que “los que desoyen en el futuro pueden volver a la senda y encontrar la redención”.
Este martes varios de ellos salieron a responder: “El único pacto que aceptamos en la provincia de Buenos Aires es el que defiende el federalismo, la industria, el trabajo y los recursos nacionales, el que garantiza los derechos y el bienestar de los bonaerenses”, puntualizó el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof. Luego añadió: “Eso es luchar hoy por nuestra independencia: trabajar por una Patria justa, libre y soberana donde todos puedan construir su futuro“. Sergio Ziliotto, de La Pampa; Ricardo Quintela, de la Rioja y Gildo Insfrán, de Formosa, hicieron posteos en esa línea y hablaron de la verdadera “Independencia federal”. El que no se sabía si iría o no y que finalmente no asistió fue Claudio Vidal, de Santa Cruz. “No es tiempo de fiestas ni grandes actos”, sostuvo.
La crítica a los diez puntos
Desde la oposición analizan que el primer punto del pacto, el de la “inviolabilidad de la propiedad privada“, “no tiene sentido”. Remarcan que eso es algo que ya está garantizado por el artículo 17 de la Constitución Nacional, que consigna: “La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada”. Más allá de eso, como dijo la diputada Vanesa Siley durante el debate en comisión del paquete fiscal, “si hay alguien que no respeta ese principio es el gobierno nacional, porque, con la restitución del impuesto a las ganancias, le quita al trabajador parte de una de las pocas propiedades privadas que tiene, que es su salario”.
Otro punto que cuestionan desde el peronismo es el tres, que menciona que “se reducirá el gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno”. Milei anticipó que, tras el “esfuerzo” que hizo el gobierno nacional para reducir casi cinco puntos del PBI, será el turno de los gobiernos provinciales. En esa línea, el martes a la madrugada remarcó una de las pistas de por dónde quiere ajustar: “Por cada empleado de Nación, hay 5 de las provincias”, puntualizó además de denostar el empleo público y decir que “lo mejor para un trabajador es un empresario”. Sobre ese aspecto, desde la oposición ven difícil que los gobiernos provinciales vayan a cumplir con ese objetivo, porque generarían una crisis de desempleo nunca vista en cada uno de sus distritos.
En cuanto al número cuatro, el educativo, en ningún momento mencionan que la educación tiene que ser pública, gratuita y de calidad, sino “útil y moderna”. Milei criticó la creación de universidades y dijo que fue un problema que el estado se haya ocupado durante el último tiempo de la educación superior porque eso, según su teoría, habría generado que se descuide la educación primaria y que crezcan los niveles de analfabetismo. Opinó que la educación pública superior “tiene harta cantidad de carreras cuyo único empleador es el Estado”, y, con ese argumento, intenta justificar el desfinanciamiento que quiere aplicar a la misma. Algo que ya intentó hace unos meses y tuvo que frenar por la masiva movilización que colmó la Ciudad de Buenos Aires y decenas de ciudades del país en defensa de la educación pública.
En la oposición dicen que el punto 6, que habla de la “rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para poner fin al modelo extorsivo actual que padecen las provincias”, también está establecido en la CN, en el artículo 75 inciso 2. Allí se menciona la obligación de “imponer contribuciones indirectas como facultad concurrente con las provincias. Imponer contribuciones directas, por tiempo determinado, proporcionalmente iguales en todo el territorio de la Nación, siempre que la defensa, seguridad común y bien general del Estado lo exijan”. Y se establece el sistema de coparticipación. Además, critican que en el enunciado, el gobierno admite que hay un “modelo extorsivo” hacia los gobiernos provinciales.
Las críticas continúan en los puntos que hablan de reforma laboral y previsional, dos cuestiones en las que ya avanzó el gobierno en perjuicio, justamente, de jubilados y trabajadores. La ley Bases tiene incorporada una reforma laboral y a los jubilados –responden desde la oposición– “son a los que el gobierno de Milei les está haciendo pagar la mayor parte de su falso equilibrio Fiscal con una fórmula que les robó un 8 por ciento y con un Presidente que dice que ‘le importa tres carajos’, y que va a vetar, si el Congreso avanza en la aprobación de una ley con una fórmula más justa”.
Por último, el ítem que también acumula fuertes críticas es el 10, que pide por “la apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser protagonista del mercado global“. En la oposición recuerdan que Milei, durante sus casi ocho meses de gobierno, no hizo más que agraviar a los gobiernos de tres de los principales socios comerciales de la Argentina: China, Brasil y España, y que el mandatario ni siquiera participa de cumbres importantes para el país y la región como la del Mercosur, que se llevó adelante este lunes mientras él estaba reunido con el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, solo por su afinidad ideológica.
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