Desde Ciudad de México
“México es hoy un faro. Y como dicen aquí, ‘es tiempo de mujeres'”. “Bienvenida. Tu talento y tu fuerza nos alimentan“. Las palabras que se dedicaron Cristina Fernández de Kirchner con la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum, y en otra reunión bilateral, con la jefa de Gobierno electa de la ciudad, Clara Brugada, reflejan el tipo de vínculo que se fortaleció durante la visita de la expresidenta a tierra mexicana. Con el morenismo preparándose para un segundo mandato en el que obtuvo el mayor apoyo de su historia -al punto de lograr mayorías legislativas especiales-, los presentes de ambos países no podían ser más contrastantes. En un tablero regional convulsionado, la expresidenta se pronunció además aquí sobre el tema que quema, Venezuela, y las repercusiones llegaron también desde el país aludido: “El legado de Hugo Chávez está en buenas manos”, le respondió sin nombrarla el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello. Tras cuatro días cargados de reuniones, hubo una última reunión el martes ya entrada la noche de México, con Rafael Correa, antes de emprender el regreso el miércoles por la mañana.
La convulsión llegó también en estos días desde suelo criollo, tras la filtración periodística que derivó ayer en la denuncia de la exprimera dama Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández por violencia. Desde México, la intendenta Mayra Mendoza, integrante de la comitiva que acompaña a CFK -y que completan los senadores Oscar Parrilli y Anabel Fernández Sagasti, la intendenta Mariel García y la exdiputada y referente del Patria y del movimiento Lxs Chicxs del Pueblo, Claudia Bernazza- había sentado la primera postura sobre el tema, antes aún de la radicación de la denuncia: “Tiene todas las características de poder haber ejercido violencia de género “, había dicho a Página/12 sobre el expresidente, aclarando que el tema no debía usarse políticamente.
En medio de esta convulsión local e internacional, la reaparición pública de la expresidenta de este modo, y en este lugar, se leyó como un posicionamiento con fuerte perspectiva regional, en tiempos desarmados para el peronismo.
Aquí mantuvo reuniones y recibió elogios y distinciones en todos los niveles de gobierno, fue unánimemente reconocida como “líder regional”. Y se llevó algo más: la solidaridad y el apoyo explícito y resaltado en cada evento y en cada reunión por el intento de asesinato que sufrió. También la causa común con el reclamo a la justicia argentina por el rumbo que (no) está tomando la investigación, cuando faltan pocos días para que la expresidenta tenga que sentarse a declarar como testigo en la causa.
Bilaterales
La reunión de Cristina Kirchner con Claudia Sheinbaum, que el 1° de octubre asumirá el gobierno de México con el compromiso de avanzar con el “segundo piso de la cuarta transformación”, fue extensa, duró dos horas. En su conferencia, la expresidenta había destacado “la madurez, la lucidez de
la compañera de identificarse plenamente con ese proyecto de AMLO, que fue el que dio origen a este fantástico movimiento, resistiéndose
a la tentación de creerse distinto o mejor, formando parte siempre de un
colectivo, que es la gran lección que debemos aprender todos de la política y
de la historia”, lo que fue leído como un tiro por elevación al rumbo que tomó en el ejercicio del poder Alberto Fernández.
Antes, pasado el mediodía, la primera reunión fue con Clara Brugada, que tras ser alcaldesa de Iztapalapa en dos períodos, fue electa para gobernar la ciudad de México con la promesa de “una utopía feminista”: llevar a gran escala el sistema público y gratuito de cuidados con el que transformó a su distrito.
“La gran utopía de Simón Bolívar de unificar América latina sigue siendo la utopía de nuestros pueblos. Tu presencia, tu energía y tu pensamiento nos nutre. Es un honor compartir ideas”, halagó la mexicana a CFK. Y completó: “Lo que pasa en Argentina lo sentimos aquí. Lo que pasa a las mujeres que enfrentan el odio de la derecha, que en tu caso casi llegó al homicidio, lo sentimos las mujeres conscientes de América latina. Para que nuestros pueblos vivan mejor es necesaria una América latina unida”. “Y en paz”, agregó Cristina Kirchner.
“Como saben soy muy creyente y creo que dios sabe por qué hizo las cosas, por qué AMLO no pudo ganar el gobierno en 2006. A lo mejor no le tocaba a Morena ser faro en América latina en este momento donde las derechas parecen enquistarse, y poder construir una realidad diferente”, evaluó CFK, y volvió a destacar que López Obrador “haya sido el presidente más votado de toda la historia de México, y que seis años más tarde la candidata de su movimiento sea más votada aún”.
Rumbo al 1° de octubre
Los diarios y noticieros de México hablan, como los de todo el mundo, de la crisis financiera, de sus representantes olímpicos que aspiran a medallas en natación, de la entrega de la “constancia” a Claudia Sheinbaum (el mecanismo electoral local prevee la presentación de impugnaciones, y así lo hizo la oposición, a pesar de la gran diferencia de votos), de las críticas de la oposición por considerar que el oficialismo quedará “sobre representado” en la cámara legislativa, del drama de los migrantes. Y guardan para las páginas policiales, con espacios reducidos, los habituales y espeluznantes titulares de crímenes que se suceden sin tregua: “Mutilan seis cuerpos y los riegan en dos zonas de Zitácuara” , “Cuelgan dos cabezas humanas en puente de la colonia Cuesta Blanca”, “Velan en Celaya a periodista asesinado”, “Ola violenta deja 201 homicidios durante el primer fin de semana de agosto”.
Sheinbaum llegará a ser presidenta tras el gran mérito de haber logrado reducir drásticamente los delitos dolosos en la ciudad de México durante su gobierno, y con la promesa de implementar esa estrategia integral de seguridad en todo el país. La virtual presidenta electa tiene una presencia fuerte a nivel mediático, a la par o en ocasiones mayor que la de Andrés Manuel López Obrador, con ruedas de prensa diarias (que se suman a las célebres “Mañaneras” de AMLO), y presencia en todos los actos de gobierno, incluidas las sistemáticas recorridas que el Presidente hace por el interior del país todos los fines de semana.
La bilateral que mantuvo con Cristina Kirchner despertó expectativa mediática aquí, y en la cobertura de la conferencia que dio aquí la expresidenta el sábado pasado, el foco mediático local estuvo en sus palabras sobre el proyecto de reforma de la justicia mexicana, que fue una de las banderas de la campaña de Sheinbaum. La reforma (que fue presentada por el Ejecutivo al Congreso en febrero pasado, pero que prevee una instancia de debate en asambleas) postula entre otras cosas la elección popular de todos los jueces (incluidos los de la corte suprema), tras ser propuestos por el Ejecutivo, el Legislativo y la Corte. Además, se reduce el número de ministros de la Corte de 9 a 11, se pone un tope a sus salarios (no podrán ganar más que el Presidente) y se elimina el equivalente local a la jubilación de privilegio. De aprobarse, los candidatos a supremos deberán salir a “hacer campaña”: darse a conocer. Y durarán n el cargo 8, 12 o 14 años, en función de los resultados que obtengan en las urnas: se quedarán más tiempo lo que sean más votados.
More Stories
“La universidad tiene que estar junto a los movimientos sociales” | Estudiantes de todo el país en el 37° Encuentro de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries
El Gobierno pretende que la gestión de los hospitales quede en manos de las provincias | La motosierra en la salud pública
La historia del infiltrado que se jactaba de haber provocado 147 caídas | El topo que el Ejército plantó en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)