José lleva un carrito con ruedas donde carga el parlante y una mochila. Con el violín al hombro recorre los vagones del tren Roca cada mañana irrumpiendo en el sonido cotidiano del tren y el grito de los vendedores ambulantes.
“Llevaba varios años estudiando violín y si bien me gusta mucho la música clásica sabía que no era a lo que me quería dedicar. Vine a Argentina a estudiar la música nacional que me parece mucho más interesante y llamativa, específicamente vine a estudiar tango”, contó el músico de 33 años. Al llegar al país, cursó algunos años de la carrera Música Popular Argentina en el Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla en la Ciudad de Buenos Aires y también asistió de oyente en varias clases en la Escuela de Música Popular de Avellaneda (EMPA). “Fueron experiencias muy lindas, me crucé con docentes muy generosos”, recordó.
Además de su gusto e interés por la música nacional, José llegó a Zona Sur y le gustó tanto que se quedó. “Cuando llegué viví en Zona Sur por pura casualidad y después me quedé por deseo. Empecé viviendo en Remedios de Escalada, estuve unos años en Alejandro Korn y ahora estoy en Villa Fiorito”, contó el músico y luego destacó: “Son barrios que me gustan, no están lejos de las movidas culturales y son más tranquilos”. Así fue como eligió quedarse en la región y ya cuenta con varias mudanzas en diferentes municipios del Conurbano.
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El amor por la música argentina
José tiene un acento chileno que revela su nacionalidad, sin embargo su repertorio musical es totalmente argentino. “En el tren Roca toco tango y folklore hace cuatro años”, contó el músico que también es parte de una banda llamada Q’inti Folklore. Sobre la respuesta de los pasajeros del tren al escuchar su música, José contó: “Generalmente la reacción de la gente es positiva, dependiendo de la música son diferentes. El folklore tiene una llegada más masiva, hay gente que incluso se ha puesto a bailar en el vagón, mientras que el tango a veces llama la atención por su belleza melódica, genera algo de nostalgia”.
En este sentido, el músico relató que al oír sus canciones de tango, mucha gente se le acerca para contarle historias de sus padres o abuelos, o de algún familiar que solía bailar tango. “Creo que la gente quizás no esperaba escuchar esa música temprano a la mañana yendo al trabajo, se emocionan mucho”, dijo. Y finalmente, el músico expresó: “Yo me dedico a la música argentina, eso tiene un lugar de pertenencia muy profundo en el corazón de la gente y me lo hacen saber”.
Respecto de su futuro, José Valverde confesó que siente ganas de seguir su viaje. “Llevo varios años instalado acá en Buenos Aires y si bien lo disfruto mucho, ser músico callejero te abre un montón de puertas, puedo hacer esto en cualquier lugar”, dijo y detalló: “Quiero conocer más Argentina y Chile, y si tengo la suerte, quisiera seguir viajando por nuestro continente que es tan rico en música y cultura”.
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