De rosca en la Rosada para garantizar el veto a las jubilaciones de Milei | Negociaciones contra reloj para evitar una derrota en Diputados

En una semana complicada para el Gobierno en el Congreso, la Casa Rosada parece haberse garantizado bloquear una derrota: con la fidelidad del bloque macrista del PRO, los aliados y la presión sobre los gobernadores de la UCR aliados que garantizaron la deserción de sus legisladores adictos, La Libertad Avanza lograría evitar el rechazo en la Cámara de Diputados al veto de Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria durante la sesión convocada para este miércoles. El jueves en la Cámara alta, el panorama para el Gobierno parece inverso: la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, apuesta a aprobar la Boleta Única de Papel (BUP) para las próximas elecciones, mientras la oposición aspira a convertir en ley el financiamiento para las universidades nacionales y el rechazo al DNU de Milei que otorga 100.000 millones de pesos en gastos reservados para la SIDE, para los que necesita mayoría simple.

El veto en La Rosada

Milei volvió a abrir la Casa Rosada para sus aliados más fieles con un objetivo central: bloquear a la oposición y evitar que rechace el veto a la ley de movilidad jubilatoria que aprobó el Congreso. Con el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos internado, la secretaria General de la presidencia, Karina Milei hizo de anfitriona para recibir a los jefes de los bloques de diputados del PRO, Cristian Ritondo; del MID, Oscar Zago; y de LLA, Gabriel Bornoroni, a los se plegaron el titular de la Cámara baja, el libertario y riojano Martín Menem y un manojo de legisladores de esos bloques.

La representación del gobierno que acompañó a Karina Milei fue nutrida: estuvo el ministro de Desregulación Federico Sturzenegger; el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán; y el vicejefe de Gabinete, José Rolandi. El objetivo fue “aceitar” la relación con los bloques aliados en el parlamento y avanzaron en otros temas como la limitación del acceso a la Información Pública. Aún así, Ritondo blanqueó el objetivo central de la reunión al confirmar que el macrismo defenderá el veto presidencial contra los jubilados en Diputados.

Radicales en fuga

La presión del Gobierno sobre los gobernadores radicales “dialoguistas” también rindió sus frutos. A pesar de que el bloque de la UCR se reunirá hoy para definir la postura, varios legisladores adelantaron al interior de la bancada que no acompañarán la insistencia en la movilidad jubilatoria que ellos mismo propusieron y votaron a favor.

La deserción entre 5 y 7 diputados radicales –según distintos cálculos– le garantizarían a Milei el sostenimiento del veto contra los jubilados. Los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes) fueron los principales negociadores en sintonía con la Casa Rosada.

Escenarios en el recinto

La suerte de la sesión que arrancará el miércoles a las 11 de la mañana podría tener distintos escenarios. El grueso de la oposición que promovió el módico incremento del 8 por ciento para jubilados conseguiría el quórum para abrir la sesión, pero muy difícilmente reúna los dos tercios necesarios para rechazar el veto presidencial.

Por esa razón, sólo podría emplazar al oficialismo para que abra el debate en comisiones. Especialmente la de Presupuesto, que comanda José Luis Espert y que se negó a abordar el tema para bloquear su tratamiento. Una forma de estirar la discusión mientras buscan torcerle el brazo a quienes se alinearon al Gobierno para someter a los jubilados. Mientras tanto, el veto seguirá vigente.

Otra opción podría ser una jugada temeraria del oficialismo: habilitar con propios y aliados los dos tercios para abrir el debate con la certeza de que la oposición no lograrían alcanzar ese mismo número para el rechazo. De esa manera el veto (que debe ser rechazo por dos tercios ambas Cámaras) quedaría firme.

Senado

El jueves, la Cámara alta abrirá otro capítulo de la batalla parlamentaria. Para evitar dos derrotas, Villarruel logró encolumnar a la oposición amiga y a una parte de la bancada radical a postergar hasta esta semana la sesión que debía tratar financiamiento universitario y el multimillonario DNU de la SIDE. Eso le dio tiempo al Gobierno para negociar y presionar a gobernadores y senadores para intentar revertir lo que se preveía como duro revés legislativo.

La excusa que esgrimió la vicepresidenta fue que los libertarios y dialoguistas querían avanzar en la implementación de la BUP, y que aun estaba abierta una negociación para alcanzar un acuerdo. Por eso pidió la postergación de una semana. Todos los bloques –a excepción de UxP— le concedieron la voluntad a Villarruel. De poco sirvió el intento de UxP de sesionar igual el jueves pasado: logró sentar en el recinto sólo a los suyos y la sesión se frustró.

Villarruel quiere concederle al Gobierno al menos un triunfo avanzando con la BUP para reemplazar las boletas en las próximas elecciones legislativas. Aún así, sería una victoria parcial: la resistencia de los partidos provinciales –quieren que se elimine la opción de lista completa que favorece a los partidos nacionales–, obligaría al oficialismo a introducir modificaciones por lo que el proyecto volvería a Diputados. Es una disputa contrarreloj en lo que queda del año parlamentario porque las modificaciones electorales no se pueden realizar durante años de elecciones.

Distinto será para el oficialismo el tratamiento de los otros dos proyectos del jueves: la posibilidad de convertir en ley el financiamiento de las universidades nacionales (que Milei ya amenazó con vetar) y el rechazo definitivo del DNU con millonarios gastos reservados para la SIDE. Hace una semana, los votos para aprobarlos y para los que se necesita mayoría simple (37 de 72 senadores) estaban garantizados. Habrá que ver si la ventana de tiempo que concedieron los dialoguistas, le alcanzó a LLA para poder frenar otras dos duras derrotas en el Congreso.