La investigación sobre el consumo y distribución de material pedófilo que tiene detenidos al ex diputado libertario Germán Kiczka y a su hermano Sebastián se va expandiendo sobre nuevas personas, tal como ya había trascendido la semana pasada desde el Juzgado de Instrucción Cuatro de Apóstoles que lleva adelante la causa.
Así se verificó en la mañana de ayer miércoles, cuando el juez Miguel Ángel Faría diligenció un allanamiento en el domicilio de Alejandra Fassa, pareja de quien reportaba al partido misionero Activar liderado por el también legislador Pedro Puerta y ahora permanece detenido en la Unidad Penal VIII de Cerro Azul a la espera del juicio oral que probablemente se desarrolle el año próximo.
Es la primera acción judicial sobre una propiedad por fuera de las de las familias Kiczka y Puerta, y según fuentes cercanas a la investigación esta medida responde a un chat en el que supuestamente el ex diputado y su pareja hablan de la necesidad de deshacerse de dispositivos en los que podría encontrarse material comprometedor.
La conversación parece datar de febrero o marzo, puntualmente después de las primeras pesquisas realizados en Misiones en el marco de una investigación llevada adelante por la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas de CABA. En aquella oportunidad la fiscal Daniela Dupuy había ordenado un allanamiento en la casa de Leonardo Kiczka, padre de los hermanos ahora detenidos, por lo que luego la causa fue derivada a la justicia misionera, quien retomó las acciones recién en agosto.
En ese sentido, el domicilio de Fassa en el barrio San Martín de la localidad de Apóstoles fue abordado por persona de la Dirección de Cibercrymen y de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas, los mismos cuerpos que habían desarrollado las mismas tareas tanto en las viviendas de la familia Kiczka como también en la propiedad de la misma localidad de Misiones donde el legislador Pedro Puerta y su padre Ramón tienen un bar, una radio y una firma de cigarros.
En éste último allanamiento fueron secuestrados cuatro teléfonos celulares, un CPU, un disco rígido y dos computadoras portátiles del plan Conectar Igualdad, las cuales aún no se sabe cómo llegaron a manos de la pareja de Germán Kiczka. Algunos de estos dispositivos fueron encontrados escondidos en una bolsa hallada en la propiedad de los padres de Alejandra Fassa, que está ubicada dentro del mismo terreno pero detrás de su casa. Según fuentes allegadas a la causa, los progenitores de Fassa sufrieron una descompensación y debieron ser atendidos.
La sospecha central que empujó a esta nueva acción reside en que Kiczka le habría compartido a Fassa material de abuso sexual infantil (MASI, según el acrónimo utilizado en la jerga judicial), lo cual también abre la posibilidad de que la mujer pueda ser imputada.
En otro orden de cosas, hoy jueves Sebastián Kiczka será citado por el magistrado Faría al Juzgado de Instrucción Cuatro de Apóstoles para que amplíe su declaración indagatoria. Un rumor muy fuerte insiste sugiere que al mayor de los hermanos detenidos podrían sumársele nuevas imputaciones, lo cuál agravaría aún más su situación procesal. En un primer momento Germán había intentado despegarse de la causa con el pretexto de que él no tenía nada que ver con las acciones de su hermano, lo cual se interpretó como una forma de soltarle la mano a quien parecía en principio mucho más complicado.
Sin embargo posteriores pesquisas encontraron elementos comprometedores para acusar también a quien entonces se desempeñaba como legislador en la Cámara de Representantes de Misiones, cuerpo que recién en agosto decidió crear una comisión parlamentaria para investigar a un miembro que ya era investigado desde febrero sin que nadie se sorprendiera.
Durante esos seis meses entre el primer allanamiento a domicilios de la familia Kizcka y la tanda de operativos que se centraron en las viviendas de los hermanos, Germán puedo desarrollar sin ningún tipo de inconvenientes sus labores tanto legislativas como políticas. La muestra más cabal de ello fue la visita oficial que el diputado provincial hizo el 1º de agosto a la Casa Rosada, donde fue recibido por el jefe de prensa de la Presidencia Eduardo Serenellini, quien hasta el momento evitó hacer declaración alguna sobre su invitado y hasta fue premiado por el gobierno nacional, quien acaba de ascenderlo a rango de ministro, tal como confirmó este mismo diario.
La comitiva misionera de aquel desayuno en Balcarce 50 estuvo compuesta también por Pedro Puerta, quien todavía busca despegarse de la relación estrecha que supo cultivar con Germán Kizcka, y Florencia Klipauka, única diputada nacional de Activar y convidada de honor en el asado que Javier Milei presidió en la Quinta de Olivos para agasajar a quienes acompañaron en el Congreso de la Nación su veto al aumento a jubilados. Quizás distraídos por los cortes varios de carnes, las ensaladas de rúcula y parmesano y vinos de alrededor de 20 mil pesos, nadie en ese banquete consideró oportuno consultarle a legisladora libertaria por la suerte judicial de su compañero de frente electoral.
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