Los abogados defensores de Eduardo Belliboni y otros once procesados del Polo Obrero expusieron ante la justicia federal los fundamentos de la apelación de sus procesamientos. Los militantes están acusados de presunta administración fraudulenta de fondos de programas sociales, por una denuncia iniciada por impulso del gobierno nacional. En la puerta de los tribunales, una manifestación les dio apoyo. Belliboni aseguró que se trata de una persecución política: “No tengo miedo a que metan preso, tengo miedo a que sigan avanzando contra los derechos de los trabajadores y la CGT no haga un paro nacional nunca en la vida, tengo miedo a que no salgamos a luchar en serio”, dijo al salir de la audiencia.
La principal prueba contra los integrantes del Polo Obrero son una serie de facturas que presentaron para rendir gastos del Potenciar Trabajo y que para la fiscalía y el juez tienen irregularidades. Además, dos de las acusadas tienen cargos por presunta coacción y amenazas, con el planteo de que presionaban a los titulares del Potenciar para que participaran de marchas de la organización.
Al apelar, los abogados defensores plantearon que las pruebas reunidas “no tienen entidad” y que el juez Sebastián Casanello dictó los procesamientos en base a “conjeturas”. Añadieron que los integrantes del Polo están siendo sometidos a “un proceso altamente mediático y estigmatizante”, en el que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, busca imponerles el escarnio público, amplificada por los medios de comunicación que replican su campaña.
Por otra parte, aseguraron que los procesamientos deben ser declarados nulos, tras acusar al juez de primera instancia de no haber resguardado el derecho a defensa de los imputados. En ese sentido, los abogados denunciaron que tuvieron que actuar sin conocer totalmente las pruebas en contra de sus defendidos -a las que accedieron con limitaciones, porque fueron digitalizadas y subidas al sistema informático de la Justicia muy tardíamente-.
“Comenzadas las declaraciones indagatorias, la totalidad de la prueba no estaba disponible para su consulta, lo que imposibilitó su control” y “el derecho de defensa en juicio”, sostuvieron.
Añadieron que además les allanaron su domicilio legal y que, luego de que los acusados fueran indagados sin conocer la totalidad de las pruebas en su contra, se les negó ampliar sus indagatorias para poder defenderse adecuadamente.
“Nos quieren acusar de chorros. El Polo Obrero no se ha quedado con un solo centavo, al contrario: ha logrado sostener las ollas populares, ha logrado que los pibes estén contenidos, ha dado capacitación. Vinimos a matar ese relato, a denunciar que mientras dicen que no hay plata nos reprimen, reprimen a los jubilados, a las niñas de diez años, a los que se movilizan para reclamar. Esta es una nueva avanzada contra la protesta social”, dijo la abogada Liliana Alaníz al hablar frente a los manifestantes que se reunieron frente a los tribunales.
En la concentración estuvieron junto al Polo Obrero partidos y organizaciones del Frente de Izquierda.
Para Belliboni, “se dijeron un montón de barbaridades sin ton ni son” en el auto de procesamiento. “Todo esto está pasando en el cuadro de una destrucción física del movimiento obrero, con despidos masivos. Vamos a seguir peleando, esta es una de las muchas tareas que tenemos por delante, la de defendernos en los tribunales, pero vamos a defendernos mucho más si nos unimos para derrotar el plan de Milei, su plan criminal, y abrimos un camino para los trabajadores”.
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