Simple de entender: Se conforma en Diputados una habitual comisión de amistad con otros países. Esta es con Gran Bretaña.
La embajadora de GB, Kirsty Hayes, se hace presente. Todo bien, es un país con el que mantenemos relaciones normales diplomáticas.
Una de las diputadas, la peronista Agustina Propato, tiene puesta una remera negra con un dibujo de las Islas Malvinas que dice “Son argentinas”.
La embajadora se niega a sacarse una foto, costumbre habitual en esos casos, si la diputada no se tapa o quita la remera.
Es hasta entendible. Ellos son ocupantes ilegales de suelo argentino y no quieren que su presencia en una foto pueda generar malestar con ella en su gobierno.
Es criticable, pero se entiende.
Lo que no se entiende e irrita, calienta y pone ciertas ganas de putearlos es la actitud del diputado Almirón de LLA que le insiste a Propato que se tape la remera y mucho peor la de Martín Tetaz de UCR, que se percibe progresista, quién sobre el final le dice a su colega peronista “si puede evitar exhibir la remera”, y lo hace con este textual argumento: “¿Qué hubiera pasado si la embajadora se hubiera presentado a la foto diplomática con una remera que dijera Falklands are british? Nosotros lo hubiéramos considerado una ofensa y nadie se hubiera prestado a esa foto”, argumentó.” (La Nación hoy) ¡¡Millones de chanes de repudio, sorpresa y asco!!
No, Martin Tetaz, en un caso una remera miente al decir que “Falklands are british” /Las islas son inglesas, y en otro caso, una remera muestra una verdad que es parte de una de las convicciones más mayoritarias e importantes de nuestra sociedad como que las Malvinas son argentinas.
Amén de que la reunión se realizaba en la “casa de los parlamentarios, el Congreso” donde la Embajadora estaba como invitada, y también el simple protocolo internacional, político y diplomático expresa que no se le puede exigir al “local”, algo tan ridículo como que modifique su vestimenta.
Ayer, una parte de la Cámara de Diputados se puso el traje de cipayo. Nos colmó de vergüenza y se alineó, aunque sea en ese breve episodio simbólico, con la pretensión inglesa de ser legales ocupantes de las Malvinas.
Pocas veces se vio en el Congreso un caso tan evidente de colonialismo mental.
Me parece, que esto no puede ni debe quedar así. El cuerpo en su conjunto debe repudiar a la/os diputada/os que deshonraron la causa Malvinas.
No todo puede ser gratis en esta etapa de demolición nacional a partir de la auto confesa intención del presidente Milei, de destruir el Estado.
Actitudes como las de la diputada Propato dan cierta esperanza. No en virtud de vacíos nacionalismos de chácharas y sarasas. Sino por ejercer con valentía su representación popular y su absoluto derecho a defender una cuestión que hace, nada menos, que a la soberanía nacional.
Las Malvinas son argentinas. Aunque ayer, Tetaz, Almirón y algunos otros, tuvieron dudas sobre esta afirmación.
El autor de la nota es diputado nacional mc – PJ Río Negro
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