Durante casi 50 años esperaron justicia y este viernes se fueron con la sensación de que se les había escurrido entre las manos. Eso fue lo que les pasó a los sobrevivientes, a los familiares y a los militantes de organismos de derechos humanos que se congregaron en los tribunales de Comodoro Py para escuchar la sentencia en el tercer tramo del juicio por crímenes cometidos en Puente 12. Tres de los cinco acusados resultaron absueltos por el Tribunal Oral Federal (TOF) 6 en una sentencia que será recurrida. “Es uno de los fallos más vergonzosos e inmorales que se han dictado en materia de lesa humanidad en Comodoro Py”, denunció el abogado querellante Pablo Llonto.
Cinco fueron los represores que llegaron al final del juicio. Tres eran exintegrantes de la policía de la provincia de Buenos Aires –Néstor Alberto Ciaramella (72), Carlos Alberto Tarantino (81) y Ángel Salerno (82)– y los otros dos restantes habían sido parte del temible Batallón de Inteligencia 601 –Enrique José del Pino y Walter Roque Minod.
De todos ellos, solo Ciaramella fue condenado a prisión perpetua. Recibió la noticia por videoconferencia. Por recomendación médica no se trasladó hasta Buenos Aires y siguió la última jornada desde el juzgado federal de Esquel, ya que vive en la localidad de Trevelin. Del Pino –que pasa sus días en prisión domiciliaria en un country de Alta Gracia, Córdoba– recibió una condena a 25 años de prisión. Sus consortes de causa pudieron celebrar.
En Puente 12 –en el cruce de Autopista Riccheri y Camino de Cintura, La Matanza– funcionaba la División Cuatrerismo de la policía bonaerense. Su funcionamiento como campo de concentración es anterior al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. La División Cuatrerismo dependía de la Dirección General de Investigaciones, que estaba a cargo de Miguel Osvaldo Etchecolatz.
En octubre de 2018, Etchecolatz recibió la pena de prisión perpetua por crímenes cometidos en Puente 12. En ese primer proceso también fueron juzgados Salerno y Tarantino, que resultaron absueltos. En mayo de 2021, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal –integrada por Mariano Borinsky, Javier Carbajo y Gustavo Hornos– revocó la absolución y le ordenó al TOF dictar una nueva sentencia. Para los camaristas, no había margen de duda de que las víctimas habían estado sometidas a la “actuación directa y arbitraria” de los policías bonaerenses.
Sin embargo, el TOF 6 volvió a juzgarlos y volvió a absolverlos. Tanto Salerno como Tarantino eran, por entonces, cabos en la División Cuatrerismo. Solían andar juntos para todos lados. Cuando lo indagaron, Salerno dijo: “En la calle trabajábamos una patota, que éramos vigilantes y un oficial”.
¿Por qué el tribunal condenó a Ciaramella y no a Salerno y Tarantino? La explicación recién llegará el 26 de noviembre, cuando se conozcan los fundamentos de la decisión de los jueces Daniel Obligado, Sabrina Namer e Ignacio Fornari. Sin embargo, había una hipótesis vinculada a las jerarquías: Ciaramella era oficial mientras que los otros dos eran cabos. En los tribunales comentaban que los magistrados tenían dudas. Las explicaciones iban desde falta de testigos que los señalaran directamente hasta que efectivamente hubiesen estado en Puente 12. La documentación muestra que fueron calificados por los jefes del centro clandestino.
Del Pino recibió la pena de 25 años de prisión que había pedido la fiscalía integrada por Ángeles Ramos, Viviana Sánchez y Esteban Bendersky. Del Pino integró el Batallón de Inteligencia 601, más concretamente el grupo de tareas 2. Era conocido por sus víctimas como “Miguel”. Quienes lo padecieron lo recordaban por su acento cordobés y su cabello castaño. También por su saña como torturador.
Minod también fue parte del Batallón de Inteligencia 601 entre 1975 y 1976. Según se describió, llenaba papeles en el área de Personal y rara vez salía del edificio ubicado en Callao y Viamonte. En su alegato, la querella de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación –a cargo de los abogados Paula Álvarez Carreras y Nicolás Tauber–recordaron la declaración del general Juan Jaime Cesio que había dijo que la jefatura de Personal era como un “papá” de todos los militares.
Durante la mañana de este viernes, Minod tomó la palabra para decir que hacía cinco años estaba sometido a una “causa totalmente falsa” y que él jamás había tenido contacto con una dependencia policial. El nombre de Minod apareció en el legajo del mayor Carlos Españadero –que fue juzgado en el segundo juicio por crímenes en Puente 12 por haber secuestrado a los chicos de la familia Santucho mientras festejaban un cumpleaños. Minod negó haber sido quien calificó a Españadero: dijo que era imposible porque “Peirano” –como se conocía a Españadero– tenía una jerarquía superior a la suya.
–Esta planilla sí la firmé yo, pero no es una foja de calificación. Es una foja de inasistencias– insistió desde la sala de audiencias.
Durante su exposición, Minod dijo que Españadero integraba la Central de Reunión de Información (CRI) –que, según él, funcionaba en el sexto piso del edificio del Batallón 601 pero no dependía de esta unidad sino del Estado Mayor General del Ejército (EMGE). “Los que manejaban la CRI eran los generales de muchas estrellas”, remarcó.
Indignación
La decisión del TOF 6 de absolver a Salerno, Tarantino y Minod causó mucha angustia entre quienes estaban en Comodoro Py y quienes seguían la transmisión del medio comunitario La Retaguardia. Mucha desazón se volcó en el chat del canal de YouTube.
“Teníamos muchas expectativas, tanto los familiares como los querellantes que acompañamos este proceso”, reconoció Verónica Bogliano, a cargo de la querella de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires. “Hay enojo e indignación porque después de tantos años de juntar pruebas hay tres absoluciones”, agregó la abogada.
“Es bochornoso absolver a un jerarca del Batallón 601 como Minod y a dos genocidas de Puente 12 como Salerno y Tarantino –a quienes la Cámara Federal de Casación hace tres años ya consideró autores de secuestros por víctimas de Puente 12 y le ordenó a este tribunal que dicte nuevo fallo condenatorio, y ahora estos tres jueces miran para otro lado y los absuelven. Mostraron el mismo nivel de bajeza que han tenido en el debate comportándose con situaciones de maltrato con las víctimas, con los testigos, con el público. Llegaban tarde, empezaban las audiencias a la hora que querían, sacaron el veredicto fuera de plazo, ahora van a dar los fundamentos recién en dos meses. Un desastre y ganan millones de pesos y encima cobran el 30 por ciento más por subrogar, y así y todo sacan veredictos de horror. Nada borra esta indignidad, ni siquiera la condena a perpetua de Ciaramella y los 25 años a Del Pino”, se quejó Llonto.
En el Ministerio Público rescataron que el TOF reconoció, por el derecho a la verdad, que los secuestros de catorce personas cuyos casos no tenían imputados ocurrieron en el marco del plan sistemático de represión ilegal. Es una medida a la que se apela para que las víctimas no se queden sin reconocimiento judicial de lo que padecieron.
El tribunal también le encomendó al Ministerio de Justicia que compile toda la documentación y las grabaciones de las causas de lesa humanidad “dada la importancia que presentan”.
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