Crónica de un final anunciado: Diana Mondino quedó afuera de la Cancillería argentina. La funcionaria fue echada por el presidente Javier Milei, luego de que Argentina votara -consecuentemente con su historia -, en rechazo al bloqueo contra Cuba en la asamblea de Naciones Unidas. Pero este final tuvo algunos antecedentes, cuando la ahora excanciller quedó expuesta, en varias ocasiones, protagonizando distintos papelones y exabruptos.
Bien al inicio, incluso previo a asumir como Canciller en la gestión libertaria, el nombre de Mondino comenzó a resonar en la opinión pública, cuando en una entrevista con el medio británico The Telegraph, sentó su posición sobre las Islas Malvinas y aseguró que debe respetar “el derecho de autodeterminación de los isleños”.
“Pueden pasar muchos años, pero no se puede imponer ninguna decisión a otras personas, ni a los argentinos ni a nadie. Ya no se pueden imponer decisiones, eso tiene que terminar“, expresó durante aquella entrevista Mondino, en relación al reclamo nacional para romper con el imperialismo británico. Sus declaraciones generaron el primer escándalo previo a asumir su puesto en el Gobierno.
“Son todos iguales”
Ya como ministra de Relaciones Exteriores, protagonizó un papelón diplomático con China al asegurar que “los chinos son todos iguales”. Fue en mayo de este año, al intentar explicar que no se había identificado a personal militar en la base espacial que el país asiático tiene en Neuquén.
Ante la polémica desatada, Mondino quiso justificar sus dichos y manifestó que no se trataron de expresiones “discriminatorias”. “Yo a lo que me refiero es a que no había nadie uniformado“, afirmó la canciller, en un ensayo para bajarle el tono a la discusión.
“Estábamos hablando de la visita a la estación espacial China en Neuquén”, aclaró y agregó: “Fue una visita que ocurrió hace pocos días. Lo que destaqué fue la naturaleza civil del personal, que no había uniformes. Los argentinos también eran todos iguales, ninguno uniformado“, añadió en su defensa.
Venezuela
Pero los papelones no se detuvieron allí: en agosto pasado, puso en peligro la vida de los seis asilados en la embajada argentina en Venezuela con un tuit en el que reconoció a Edmundo González como presidente electo de Venezuela. El presidente Javier Milei la retuiteó, y en un acto casi desesperado, tuvo que intervenir el asesor presidencial Santiago Caputo y salió un comunicado de Cancillería urgente.
En el escrito difundido, desmintieron a Mondino y dieron marcha atrás sobre sus dichos: “La República Argentina fue uno de los primeros países en rechazar y desconocer el resultado de la elección presidencial venezolana el 28 de julio. Las evidencias recogidas hasta el momento no han hecho más que confirmar esa posición. La República Argentina sigue con extrema atención y preocupación los acontecimientos en Venezuela a fin de pronunciarse en forma definitiva”, escribió la Cancillería, dejando expuesta, una vez más, a su propia funcionaria.
Este episodio, según trascendió, habría generado una discusión entre Santiago Caputo y Mondino, por el error de la Canciller.
Ganancias
Más cercano en el tiempo, la ahora exministra había quedado en el ojo de la tormenta al filtrarse un audio en el que se la escuchaba pedir a los diplomáticos que no digan que reciben subsidios para que “la gente no se enoje”.
Para Mondino no era un problema que los diplomáticos cobren un extra más allá de su salario, pero en el audio que se conoció les pedía que no dijeran que cobraban subsidios por no era “potable políticamente”.
Noticia en desarrollo.
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