”La pregunta habitual va por el lado de cuál artefacto consume menos; cuáles son los gastos. Eso es lo principal. La frase es ‘cómo me caliento con lo menos posible’”, indicó Damián, gasista de la empresa Construcciones Casco Matario de Lanús, para detallar cuál es la premisa de los clientes al momento de analizar variantes, haciendo cuentas.
En ese sentido, destacó que en general “hoy una estufa a tiro balanceado está cara y por eso se prefiere ir por un caloventor como para zafar el invierno”. “Pero no es recomendable porque no suelen durar”, sentenció en diálogo con El Diario Sur.
Joel, colega oriundo de Rafael Calzada, con su empresa Quimey Gas, coincide con esa cuestión y pone en consideración opciones para ahorrar. Y entre ellas está el de “poner en modo piloto” a los productos, en especial aquellos de mayor consumo, como por ejemplo los termotanques, “no usarlos de noche y recién subirlos por la mañana”.
En ese punto entra a tallar la importancia de la seguridad. Porque el mayor o menor movimiento de las perillas, los válvulas y demás pueden generar inconvenientes a tener en cuenta. Por eso a los gasistas se los busca para evitar problemas mayores con un elemento que la gente no suele prestarle demasiada atención.
Para Joel es vital observar “dónde poner las estufas según el ambiente”, con una distancia que corresponda para que “circule el aire”. Y así es como analiza posibles dificultades. “Para un correcto funcionamiento de artefactos estufas hay que limpiar el inyector -comúnmente denominado por la gente como pico y controlar la entrada de aire para la buena combustión que se produce en la cámara del artefacto. Para eso necesitamos una mezcla de gas, aire y la chispa”, indicó. Y sumó: “También hay que controlar la conexión de la cañeria interna en la pared hacia el artefacto estufa y verificar evacuación de gases”.
Damián agrega lo siguiente: “El control de los artefactos es vital desde la llave de paso con espuma para ver si hay una pérdida de gas. Luego ver el encendido del aparato. Es recomendable usar el tiro balanceado, donde el dióxido de carbono sale hacia el exterior y no quedan dentro”.
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Diferentes opciones según las circunstancias y los bolsillos
La búsqueda de calor en los ambientes gana alternativas en la llegada del invierno. Y los especialistas ponen a disposición varios elementos, desde las típicas estufas, pasando por los aires acondicionados, pero también otras como las pantallas con garrafa.
“Están los caloventores, muy usados, pero hay que tener en cuenta las instalaciones eléctricas, con cables de un determinado tamaño porque pueden tener algún cortocircuito y prender fuego la instalación”, señaló Damián. Y añadió: “Las pantallas con garrafa se aconsejan en lugares amplios, y controladas. Y cuando se va a dormir apagarlas porque no tienen válvulas de seguridad y no cumplen con ciertas normas”.
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