Uno por uno quiénes son los embajadores políticos que tiene en mente Javier Milei

Javier Milei eligió hasta el momento al menos siete embajadores de origen político. La lista incluye al empresario Gerardo Werthein, para los Estados Unidos; al ex vicepresidente y ex gobernador Daniel Scioli, para que siga en Brasil; al embajador Mariano Caucino; para la de India; y al rabino ortodoxo Axel Wahnish, para la sede argentina en Israel.

También a Sonia Cavallo, para la misión argentina en la Organización de Estados Americanos (OEA); a Federico Pinedo, como sherpa del G20, y posiblemente, aunque sin confirmar, al joven académico Ian Sielecki para la sede en Francia.

La nueva canciller Diana Mondino anunció en una circular distribuida el miércoles por todo el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio y Culto que buscará dar mayor espacio a los funcionarios de carrera, en el frente externo como interno.

Pero difícilmente podrá resistir las decisiones de Milei, que proyecta nombrar más tropa propia en algunos destinos que así lo considere. Más aún, varios de ellos, como el de Scioli, o el de Cavallo, hija del ex ministro de la convertibilidad de Carlos Menem, Domingo Cavallo, tuvieron influencia del ministro del Interior, Guillermo Francos.

Las restricciones económicas marcan la agenda de los movimientos que desearía el nuevo gobierno. Mientras que los embajadores políticos de Alberto Fernández cesaron su misión el 9 de diciembre, este jueves se conoció una resolución que ordenó el traslado masivo de varios embajadores de carrera a Buenos Aires. Entre ellos el de Gustavo Teodoro Grippo, insólitamente “olvidado” en Etiopía desde 2013. El de la ultracristinista María del Carmen Squeff, de Naciones Unidas, y el de María Fernanda Silva, desde el Vaticano.

También los casos de Leonardo Costantino, cuyo veloz ascenso y escasa productividad había generado una inmensa molestia en el ministerio, o Javier Figueroa, del Reino Unido, adonde podría ser enviado el ex canciller Jorge Faurie, que estuvo al frente de la ceremonia de traspaso de mando.

Como está retirado, la convocatoria a Faurie es como una designación política al igual que el del embajador retirado Ricardo Lagorio, que integró las filas de Horacio Rodríguez Larreta y ahora podría ser convocado para ir a la ONU, en Nueva York.

También se ordenó la vuelta del embajador diplomático Federico Villegas, de Naciones Unidas en Ginebra, quien deberá volver al país tras ocho años en el exterior. La ONU es uno de los espacios adonde el Gobierno nuevo quiere darle su propia impronta política. Trascendió que también ordenó frenar los ascensos y traslados dispuestos por la administración de Alberto Fernández.

Un decreto del ex presidente Carlos Menem, siendo Guido Di Tella Canciller, buscó establecer el límite de embajadores que no fueran funcionarios de la carrera diplomática en un máximo de 25. Desde entonces, el nombramiento de embajadores de origen político que los presidentes se reservan para determinados destinos fue siempre una cuestión noticiosa, de puja interna, negociación, polémica y hasta rechazo opositor.

Muchas veces terminan siendo premios para quien trabajó en la campaña electoral o un pedido de un aliado.

Y aunque siempre la política exterior fue espejo del poder de turno, la llegada de Néstor y Cristina Kirchner al poder representó una fuerte ideologización de la carrera diplomática al punto que comenzaron a representar al país militantes políticos con una doble y polémica misión.

Por un lado, se pusieron al hombro la defensa de la ex presidenta y ex vicepresidenta Cristina Kirchner, denunciando que era una víctima de un supuesto lawfare. Tal el caso de Carlos Raimundi, en la OEA. Y por el otro, lado, se daba el caso que se ponían a defender a los regímenes en los que habían sido destinados, como el caso de Ariel Basteiro en Bolivia, u Oscar Laborde en Venezuela.

En esta campaña electoral, embajadores políticos y diplomáticos firmaron una solicitada en favor de Massa y contra Milei.

El modo Milei ahora juega por primera vez con el modelo estadounidense de enviar a ciertos destino a quienes contribuyeron como donantes en la campaña, reconocen en el espacio, aunque todavía ello está por verse.

El nombre de Gerardo Werthein como futuro embajador en Washington se conoció horas después de que Javier Milei fuera consagrado presidente de la Nación. El empresario, de fuertes vínculos con la colectividad judía es miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) y de su comité ejecutivo. Acompañó al mandatario en el viaje que hizo a Estados Unidos y hasta financió su traslado.

Scioli fue embajador de Alberto F en Brasilia, desde 2022 y estando Jair Bolsonaro en el poder. Cesó su mandato en diciembre de este año. Tal como informó Mondino en su viaje a Brasilia, la intención de Milei es que vuelva a destino, con un desafío más dificil. Sobrellevar el hielo que ahora existe entre Lula da Silva y el libertario.

En las últimas horas se conoció que la canciller eligió como embajador en India a Caucino, quien en su momento se desempeñó como representante en Costa Rica e Israel durante el gobierno de Macri. Abogado, especialista en temas geopolíticos, algunos imaginaban que podía ir a Rusia o China porque tiene escrito libros sobre ambos países. Es como Lagorio, Sielecki y Pinedo, miembro del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), que ahora dirige Francisco de Santibañes.

Al mismo tiempo, también varios de los nombrados, incluyendo al jefe de Gabinete de Diana Mondino, Federico Bartffeld, participan de la usina de la Fundación Argentina Global que dirige el hoy secretario general y de relaciones internacionales de la Ciudad, Fulvio Pompeo, ex secretario de Asuntos Estratégicos de Macri.

Sonia Cavallo Runde es economista y vive en los Estados Unidos. Supo Clarín que la cuestión de la doble ciudadanía argentino estadounidense, se resolvería ante la OEA, si renuncia a sus inmunidades.

Pinedo como Sherpa del G20 tendrá un cargo desde el cual asumirá la tarea de interactuar con la administración Lula dado que Brasil es sede en el año 2024. Pinedo, un componedor, era el candidato a canciller en caso de ser elegida presidente Patricia Bullrich y mantiene una antigua amistad con Mondino.

Más polémico es el nombramiento del guía espiritual de Milei en el judaísmo, el rabino marroquí Wahnish. La tradición argentina con Israel solía ser la de no enviar como embajadores a miembros de la colectividad. Y disruptivo es que sea un religioso ortodoxo .

Persisten las dudas sobre los elegidos para las embajadas en Uruguay, Chile y Paraguay. Para la Unión Europea, China y Rusia, Mondino tiene reservadas vacantes para diplomáticos. Se habla del canciller Daniel Raimondi para el primer caso, de Marcelo Suárez Salvia en el segundo, y de Martín García Moritán en el tercer caso. Y de Eduardo Porreti para presidir Cascos Blancos