Antonella Yamila Inca, de 28 años, acompañó a su hijo Santino, de 9 años, a uno de sus partidos en el Club Atlético Boca Juniors, ya que juega para la categoría 2014 de infantiles. Como es de costumbre, terminó el encuentro y decidieron quedarse un rato más para ver a los jugadores, hasta que se cruzaron a Cavani y sucedió una escena que no olvidarán en toda su vida.
La madre, en diálogo con El Diario Sur, explicó: “Estamos en Boca hace cuatro años aproximadamente. Estar ahí le cambió la vida a mi hijo. Este domingo tocaba jugar un partido de local en el predio, y la ida la hicimos en remis porque era muy temprano. Jugaba como a las 9 de la mañana. Después, cuando terminaba el partido, que era casi el mediodía, estaban los jugadores de la primera entrenando, por lo que mi hijo se quiso quedar”.
“El problema era la vuelta, porque nosotros somos de Laferrere y es un largo trayecto, pero justo ese día tenía franco así que no tuve mucho problema y nos quedamos. Se sacó fotos con muchos jugadores, como siempre. Sin embargo, le faltaba una foto con Cavani, que con él nunca se sacó, así que lo esperamos. Encima se hizo desear, porque fue uno de los últimos en salir”, recordó Yamila.
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Y continuó: “Yo le decía a mi hijo: ‘Ya nos tenemos que ir volviendo’, y el me preguntaba también cómo íbamos a volver, porque capaz algún papá nos hacía la segunda, pero bueno, nos quedamos igual. Finalmente salió Cavani, mi hijo le hizo el flechazo y vino y me preguntó: ‘¿Y si les digo si nos lleva?’. Él estaba preocupado por cómo íbamos a volver y le dije que no, porque me daba mucha vergüenza”.
A pesar de lo que le dijo la madre, Santino habló con Edinson: “Mi hijo le dijo: ‘¿No me llevas hasta el predio de la AFA?’. Él se sorprendió y le dijo: ‘Pero ¿Estás sólo vos?’. Entonces le dijo que estaba conmigo”. El jugador procedió a ordenar la camioneta para que puedan entrar Yamila y su hijo. “Bajamos temblando, casi llorando. Mi hijo no lo podía creer”, expresó.
“El matador”, que vive en un country de Canning, los dejó en el predio de la AFA, para que luego, según contó Yamila, se puedan tomar “el 8” hacia Ciudad Evita y después, por último, subirse al colectivo final que los dejara en Laferrere, donde residen.
Además, la madre contó lo bien que le cayó el jugador: “Parecía uno más de nosotros. Es muy humilde. Yo me moría de vergüenza y él me decía que no pasaba nada, que esté tranquila. Nos contó cómo iban los entrenamientos, que estaban a full. Es una persona súper amable. Nos dejó en la parada del colectivo. Él y mi hijo tenían una sonrisa de oreja a oreja. Re lindo todo”.
El deseo de Yamila con Riquelme
En el mes de febrero del 2021, Santino y su madre visitaron el predio de Boca Juniors para ver a los jugadores, y ella recordó: “Román lo vio afuera (a Santino) y le dijo a su hermano que lo vaya a buscar. Entramos, tuvimos una charla, se conocieron y él le ofreció hacerse una prueba en el club. Yo estaba negada porque él tenía 5 años y era demasiado viaje desde Laferrere. Hizo la prueba y quedó. Eso le cambió la vida”.
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“Si hay algo que deseo y anhelo muchísimo, es ver por lo menos por cinco minutos a Román y comentarle todo lo que, gracias a él, mi hijo obtiene, lo que le cambió la vida, la rutina y todo. Todo lo que le pasa a Santino gracias a Boca, a todo lo que comparten. Es algo único, y es una espina que tengo, quiero volver a verlo un rato y agradecerle”, manifestó Yamila.
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